Necesitas:
- Esponja
- Jabón de glicerina
- Betún
- Agua
- Trapo
- Balde
- Cepillar

Pasos
- Remoje una esponja en un balde de agua tibia.
- Exprime la esponja hasta que esté apenas húmeda y limpia la silla y el arnés. (Esto permite que los poros del cuero se abran para que puedas limpiarlos y acondicionarlos al aplicarles jabón).
- Frote la barra de jabón para cuero con la esponja para crear espuma.
- Aplique el jabón al cuero, comenzando desde arriba y luego subiendo en sentido inverso, y por todo el cuero. Esto requerirá algo de trabajo y podría dolerle la mano al terminar, pero el resultado será una silla de montar limpia y suave, lista para una exhibición.
- Limpie TODA la espuma del sillín con un trapo seco.
- ¿Aún queda suciedad atrapada? Un cepillo de dientes es la solución. Haz espuma con las cerdas y limpia las grietas y zonas difíciles de alcanzar. Sí, puede ser un método arduo y llevar tiempo, pero con solo limpiar con jabón y una esponja, aunque solo sea una vez al mes, notarás la diferencia.
- Ya que estás cubierto de espuma y quieres que tu sillín luzca como nuevo, ¿por qué no pulirlo un poco? Un abrillantador y acondicionador suavizarán el cuero y lo dejarán como nuevo.
- Por lo general, puedes limpiar todas las superficies del sillín que no sean de cuero con un paño húmedo o, a veces, con un limpiador de alfombras.

Consejo
Asegúrese periódicamente que su silla sea del tamaño adecuado para su caballo.
Limpia tu sillín periódicamente, no te llevará mucho tiempo y hará que tu sillín dure más.
Existen varios tipos de jabones y acondicionadores para sillas de montar: toallitas húmedas, aerosoles y pastillas. Usa el que prefieras.
Advertencias
Lea la etiqueta. Algunos jabones requieren un tiempo de exposición, mientras que otros deben retirarse antes de que se sequen.
Los jabones para cuero pueden resecar el cuero, así que intenta usar jabón con acondicionador de vez en cuando. Usa jabón para cuero cuando esté más sucio. También puedes usar un trapo húmedo para limpiar la suciedad antes de aplicar el jabón y el acondicionador.
Algunas superficies del sillín no se pueden limpiar con jabón; es necesario usar productos de limpieza alternativos. El jabón para sillín puede dañar estos elementos.
Puedes limpiar la brida y otras partes de cuero del arnés de la misma manera que limpias la silla de montar, pero asegúrate de NO usar jabón para cuero en el bocado. Si cae alguna gota (por error), límpialo inmediatamente.

Consejos para el mantenimiento de su sillín
Junto con tu caballo, la silla de montar es probablemente el elemento más importante para un buen jinete, por lo que mantenerla bien es clave para alargar su vida útil siendo tan funcional y luciendo tan bien como el día que se compró.
Aunque lo más importante es el sentido común y darle un buen uso, algunos consejos de mantenimiento para sillines nunca vienen mal:
Es importante mantener la silla de montar en un ambiente cerrado , ni demasiado frío ni demasiado caliente. También es fundamental que no gotee agua ni que esté en un lugar muy húmedo. Si hay mucha humedad en invierno, conviene cubrirla con un paño grueso o colocarla de vez en cuando en un lugar con calefacción; la humedad es el peor enemigo del cuero.
El sillín debe colocarse sobre un reposapiés adecuado a su tamaño. Con este gesto, evitaremos que se deforme.
Después de montar, limpie siempre las partes en contacto directo con el caballo con un trapo y jabón para eliminar el polvo y el sudor. El sudor reseca mucho el cuero. De vez en cuando (más o menos una vez al mes) es necesario nutrir la piel de la silla. Un bálsamo es ideal para esto; se absorbe rápidamente por el cuero, eliminando cualquier exceso.
Si está demasiado sucio, puede limpiarlo con una esponja natural y jabón neutro, recordando dejarlo secar completamente antes de aplicar el aceite nutritivo. Si el sillín es desmontable, elimine con cuidado la suciedad de los rincones y recovecos.
Una vez al mes, se deben limpiar todas las piezas de hierro, hebillas, estribos y demás piezas metálicas para evitar la oxidación. Si ya hay óxido, lo mejor es llevarlo a un talabartero para que lo elimine y lo lubrique adecuadamente.
Tanto la manta polar como la manta de estribo necesitan ser tratadas contra polillas, si hay mucha humedad es frecuente que estos insectos aparezcan y ataquen brutalmente la lana.
Necesitamos asegurarnos de que todas las partes, especialmente las que están en contacto con el caballo, estén en perfecto estado. Además de prolongar la vida útil de la silla, nos aseguramos de que el animal esté cómodo y no sufra rozaduras ni otros daños o molestias.
Si seguimos estos consejos podremos garantizar el sillín durante mucho tiempo, lo que nos ahorrará mucho dinero y sobre todo no necesitaremos buscar un sillín nuevo una vez estemos contentos con el que tenemos actualmente.
Si la silla presenta problemas graves que la hacen inutilizable, es recomendable recurrir a un profesional que pueda repararla. Usarla en mal estado, además de perder funcionalidad, puede provocar dolor de espalda y hacer que el caballo se niegue a ser ensillado y montado.

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